Son muchos los que todavía confunden los nombres de los dos polos y lo cierto es que ambos extremos de la tierra son completamente diferentes el uno del otro. En el norte, está el polo Ártico y en el sur, el Antártico y, pese a que ambos sitios son los más fríos de nuestro planeta, son totalmente distintos.
La diferencia más evidente entre ambos es su composición geológica. En el Ártico lo que hay es agua de mar congelada, algo así como una enorme bolsa de hielo o, lo que es lo mismo, un mar congelado que está rodeado por tierra. De hecho, el Ártico está circundado por seis países que rodean el Océano Ártico: Estados Unidos (Alaska), Canadá, Dinamarca (Groenlandia), Rusia, Noruega y Finlandia.
La Antártida, un continente por sí mismo
En el sur lo que hay es una gran masa de tierra y encima de ella una fina capa de hielo con un promedio de 2.800 metros de espesor. Bajo dicha capa hay montañas que se elevan por encima de los 4.800 metros de altitud sobre el nivel del mar. De hecho, para hacerse una idea de la inmensidad de la Antártida es tan grande como la superficie de Francia multiplicada por 25. Además, es en el cono sur del planeta donde encontramos las mayores masas de hielo que navegan por los mares, los populares icebergs.
Pero ¿de dónde vienen sus nombres?
La palabra Ártico proviene de la palabra griega arktikos, cuyo significado literal es "de la osa", que es una referencia a la constelación boreal llamada Osa Menor, en la que se encuentra la Estrella Polar, que señala el polo Norte.
La Antártida es también una palabra que proviene del griego antarktikos, que significa "opuesto al ártico", con lo que sí tomamos la primera definición nos indica que es lo opuesto a la osa, es decir lo que nos llevaría al Polo Sur del planeta.
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